Este año tuve el mejor regalo de cierre de año e inicio que fue pasar tiempo de calidad y muy buenas conversaciones con mi hijo mayor:
Francisco Suárez Armenta “Pancho”
Me da mucho gusto compartir la primera columna que escribimos juntos e integrar las ideas frescas y jóvenes de un estudiante de universidad en Canadá con foco en finanzas y concentración en sostenibilidad, por lo que compartimos algunos temas relevantes que vemos en evolución de negocios y sostenibilidad.
(Francisco Suárez Hernández y Francisco Suárez Armenta: pláticas sostenibles en un break sostenible de cierre y principio de año)
Partimos de una de las clases base que cursó Pancho cerrando año, que fue una clase de economía de emisiones de carbono y energía, donde las principales barreras que tenemos para adoptar energía renovable son altos costos iniciales y escasez de incentivos financieros, falta de economía de escala, falta de conciencia, infraestructura limitada, capacidad de almacenamiento, intermitencia, barreras políticas, pero sobre todo un equipo en el sector público de alto nivel, que esté completamente dedicado a crear un ciclo de transición, es imposible tener pausas o cambios de rumbo por cambios de administración, simplemente son temas NO negociables.
Aunque partimos de una larga historia y aprendizajes de trabajo para reducción de emisiones desde la ONU, su brazo oficial para lo mismo la UNFCCC (United Nations Framework Convention on Climate Change), los diferentes acuerdos climáticos desde el Protocolo de Kioto, que es un tratado internacional firmado por muchos países en 1997 en la ciudad de Kioto, Acuerdo de París en el 2015, las COP´s (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) cada año si se van moviendo a favor las medidas y acciones, pero el contrapeso de la huella humana, crecimiento poblacional, no logra mover a favor la balanza en acciones e inversiones requeridas o inclusive la masa crítica en lo individual que requerimos sumar.
Justicia Energética
Una de las conversaciones más interesantes las pasadas semanas, al comparar y sobre todo entender las diferentes regiones y continentes, fue la justicia energética, que se refiere, al acceso justo y equitativo, a servicios asequibles, razonables y energía limpia, que aplica principios básicos de justicia a las injusticias, evidente entre las comunidades de primera línea, y los defensores y defensoras que tienen menos oportunidades y recursos; donde en resumen busca garantizar que todos puedan tener acceso a la energía que necesitan para salud y bienestar.
Para mí fue muy interesante entender más las diferentes capas de la problemática y conocer mejor sus principales dimensiones, entre ellas:
- Carga energética: gasto de energía en relación con el ingreso total del hogar.
- Inseguridad energética: se refiere a las dificultades que enfrentan los hogares para satisfacer las necesidades básicas del hogar.
III. Pobreza energética: falta de acceso a la energía misma.
- Democracia energética: basado en que las comunidades deben tener voz y participación para dar forma a su futuro energético.
Siguiendo con la tendencia del año 2023, coincidimos que 2024 será un año crítico para los cambios de ESG (medio ambiente, social y gobernanza) y de Sostenibilidad en América del Norte.
El sector privado tendrá una variedad de cambios regulatorios en muchas industrias, como es contabilidad de carbono, potencial auditoría de emisiones para fines de 2024 en California, EUA, y así como estuvo latente el tema los últimos 12 meses, que continúe avanzando una nueva propuesta de la SEC (U.S. Securities and Exchange Commission) sobre reporte y divulgación del cambio climático en 2024, donde obviamente avanzando estos temas en la región tendrán una presión de implementación en América Latina.
Aunque Canadá no está en el top de países en generación de emisiones, sí está logrando incluir de manera efectiva en su planeación estratégica como país la sostenibilidad, desde la forestación sostenible en un país altamente dependiente de la madera, pero cuida sus bosques.
En términos de cultura ambiental, la educación empieza desde preescolar y sobre todo en casa, les enseñan con el ejemplo la importancia de cuidar al medio ambiente, y todo esto es posible gracias a la creación de un apoyo por medio de educación a proyectos y legislaciones verdes.
Algo fundamental para que el financiamiento llegue a proyectos sostenibles, y que todos los sectores lo apoyen es por la transparencia y cuentas públicas claras, que se ha logrado implementar en Canadá y van de la mano con subsidios estratégicos y eficientes.
Estoy contento y motivado de continuar con Pancho las siguientes pláticas sostenibles en verano después de que curse algunas materias interesantes y conceptos novedosos como:
- Finanzas y sostenibilidad,
- Informes y análisis ESG centrados en el cambio climático,
- Inversión de impacto: finanzas sociales en el siglo XXI.
Todo eso basado en entrar mucho a detalle en la regulación climática actual, su evolución, los marcos y estándares de presentación de informes, y mejores prácticas de ESG.
Nos da mucho gusto ver como la evolución de carreras en general van integrando, cada vez más, el componente de sostenibilidad para que las futuras generaciones de profesionistas tengan instalados en su chip de vida:
¡¡¡Acciones Sostenibles!!!
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