Muchas veces buscamos soluciones a problemas complejos en diferentes caminos cuando tenemos a nuestro alcance soluciones en la propia naturaleza, si tenemos la curiosidad, paciencia, y sobre todo humildad en aceptar que tenemos mucho por aprender. En este caso es observar las lecciones que nos da la naturaleza y aplicar en cada sector lo que necesitamos comprender y reconocer las realidades físicas del planeta. Si lo analizamos de manera sistémica, tenemos como base el recordar que de la naturaleza y del planeta nace el concepto básico circular.
Los sistemas físicos son los que han tenido la gobernanza real por millones de años, a diferencia de las ciencias políticas y económicas, por lo mismo es preocupante que líderes de diferentes sectores y países no tomen en cuenta las leyes de la física, basados en la ciencia y, un básico, es simplemente no aceptar que el cambio climático es real.
Tenemos miles de ejemplos de la naturaleza, desde le energía que alimenta todo nuestro planeta, su orden, evolución y un principio básico que debemos tener en todo es un “pensamiento y visión sistémica”. Es decir, entender la dinámica de todos los sistemas y comprender el funcionamiento desde el conjunto de las partes como un todo, basado en un método científico.
El pensamiento sistémico es una comprensión y actuar hacia la naturaleza circular del mundo en el que habitamos y debe de cambiar para convertirnos en ciudadanos solidarios sostenibles; con una conciencia, en aceptar y reconocer las leyes de los sistemas que operan; una comprensión profunda de que hay consecuencias de todas nuestras acciones. Éste proporciona un esquema a través del cual ver el planeta realmente conectado.
Algo muy importante que jamás debemos olvidar es que el planeta Tierra funciona con energía renovable, mucho antes de que llegaran los humanos con el uso de combustibles fósiles sucios. Entre el sol, viento, y olas que ya tenemos disponible se puede generar de manera natural toda la energía que requerimos.
En este sentido, es como se concibe el principio de Economía Circular. La naturaleza tiene un esquema cerrado base cero en residuos, “lo que es desperdicio para un organismo es por lo general alimento para otro”. Sin embargo, no hemos logrado salirnos del ciclo de bienes de un solo uso y seguimos explotando recursos mucho más rápido de lo que se pueden regenerar de manera natural, todavía predomina la cultura de usar y tirar, lo cual nos lleva a un desbalance de los sistemas, de nuevo la importancia de un pensamiento sistémico en todo.
Algo que ya se ha hecho mucho y debemos tomar más ejemplos de la naturaleza es la biomimética, que es la imitación de modelos, sistemas o elementos de la naturaleza aplicados a tecnologías e innovaciones. Es decir, consiste en basarnos en la naturaleza para desarrollar soluciones tecnológicas, como por ejemplo las alas de avión con formas aerodinámicas como las de los pájaros; robots que se mueven como insectos, o mejoras en la agricultura que replican los procesos naturales.
Si antes de desarrollar cualquier nuevo poblado, región; realmente observamos el cauce de ríos, viento, colinas, podemos diseñar de una manera inteligente basado en la misma naturaleza de la zona y traerá beneficios a futuro, en vialidades y la misma fuerza de la naturaleza que no respeta las barreras humanas, deberíamos buscar en la naturaleza soluciones aún más prácticas para vivir de manera sostenible en el planeta Tierra.
En resumen, la naturaleza es un gran maestro en nuestro día a día, pero nos ha faltado ser mejores alumnos para aprender a diseñar nuestras vidas en función de lo que la misma naturaleza y sus reglas dictan. Lo que está clarísimo es que el planeta aquí va a continuar, y depende de los humanos que habitamos este espacio, que tengamos el ingenio para asegurar las condiciones que la Tierra preserve para la generación presente y futuras.
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