Si pensamos en los últimos días, semanas, o 12 meses en temas de clima, podríamos recordar una montaña rusa de eventos extremos, desde sequías en el norte del país, recorte de agua, récords de días sin lluvias y si empezamos a ver las últimas semanas, datos de nevadas récord en cuestión de 24 horas en diferentes puntos del mundo.
California incluida, donde le sufrí por algunas carreteras por decir poco complicadas, tratando de sobrepasar algunas barreras del invierno; por otro lado, tenemos regiones inundadas en los últimos días como Nueva Zelanda, donde las lluvias caudalosas han causado las peores inundaciones de la historia de la ciudad de Auckland, con varios muertos y miles de evacuados, donde en un solo día Auckland ha registrado más del 769% de la precipitación normal para el mes de enero.
Ante todo, esto es todavía la primera reacción de un porcentaje importante de la población del mundo y líderes, todavía están con respuestas o en mente con que: “es normal y parte de las estaciones del año” y en parte si es normal, lo característico de cada temporada en frío, calor, lluvia, nevadas, sequía, pero quisiera compartir algunos datos impactantes de las tendencias que tenemos en variaciones de estaciones del año y las temperaturas e indicadores.
En los últimos 12 meses expertos en salud y científicos climáticos presentaron preocupantes notas en función de que las diferentes regiones del planeta sufrieron de condiciones extremas climáticas, y en la: Conferencia Climática “COP27” en noviembre pasado en Egipto, la Organización Meteorológica Mundial (OMM), señaló que los últimos ocho años serán los ocho años más cálidos registrados; donde las concentraciones atmosféricas de gases con efecto invernadero alcanzaron niveles récord el año pasado, y continúan aumentando, según su informe del Estado provisional del clima global en 2022.
En diciembre, mientras estábamos concentrados en las finales de la Copa Mundial de Fútbol y se celebraba la COP15 sobre biodiversidad en Montreal; se seguían los esfuerzos de recuperación de inundaciones en Australia y Pakistán. En EUA, azotaron tormentas en el centro del país que dejaron a cientos de miles de pasajeros con miles de vuelos cancelados y durmiendo en aeropuertos en diciembre y en medio de una “emergencia operativa”.
En otra parte del mundo, durante las vacaciones de invierno, la mayoría de los centros turísticos de Europa que dependen de las nevadas sufrieron de un ambiente más cálido. Tenemos ejemplos como el centro turístico suizo de Gstaad, que llegaron al punto de transportar la nieve en helicóptero desde otro lugar de Suiza cuando las temperaturas alcanzaron los 20 °C a principios de enero.
Y para dejar claro a los críticos; se ha quedado la zona sin nieve en otras temporadas, pero es la primera vez que el sistema que produce nieve artificial simplemente no pudo generar nieve por las altas temperaturas y esto nunca había sucedido desde que se inició con el sistema hace más de 40 años.
Todo se olvida cuando llega el agua o la nieve, cómo pudo haber llegado eventualmente en Europa las últimas semanas, esto ya se ve como una variable más que tendrán que administrar en la zona, ya que la región ha promediado un aumento de 2 °C en las temperaturas desde la época preindustrial, en comparación con los 1.2 °C del mundo.
Esto no representa que no habrá nieve, pero será un poco más de la montaña rusa climática que les mencionaba, que tiene un impacto tanto para la industria, que depende de la estacionalidad de la nieve, como para la agricultura lo tiene el agua, que tendrá un impacto económico de adaptación muy relevante para poder llegar a un punto de equilibrio financiero.
WEF de la mano con Líderes mundiales acuerdan que el clima es un riesgo inminente:
Un análisis y documento muy relevante que se genera anualmente es gracias al World Economic Forum “WEF”, donde se encuesta a más de 1,200 expertos en riesgos globales, líderes del sector público, privado, y con esto miden el peso y ranking de los principales riesgos para las finanzas y la estabilidad en los próximos 2 a 10 años.
Como se podrán imaginar, salen temas y retos de suministro de energía, alimentos, pobreza, pero todas estas preocupaciones coinciden con los dilemas y con las mismas preocupaciones de los científicos enfocados al cambio climático.
En resumen, del estudio del WEF, nos arroja que los desastres naturales y los fenómenos meteorológicos extremos, junto con la falta de mitigación del cambio climático, se convirtieron en los cinco principales riesgos para los próximos dos años.
Cada una de las seis preocupaciones principales durante la próxima década implica un ángulo climático, con algunas consideraciones en la migración involuntaria también tomando en cuenta, que es basada principalmente debido al cambio climático.
Donde en resumen de datos de la presente columna, eventos climáticos cada vez más extremos, temperaturas y tendencias, deben de dejar mucho más claro el plan estratégico multisectorial por atender es con el cambio climático en el centro, donde queda clarísimo que la factura no es baja, pero es exponencialmente más alta, si seguimos la tendencia de adaptarnos en lugar de trabajar de raíz en los problemas y en las prácticas que han provocado esta realidad; tengamos siempre en mente:
“La normalidad de las estaciones del año, no puede cegarnos ni eximirnos de vivir acciones sostenibles, individuales y en comunidad, que detengan y reviertan el daño al planeta que nos muestran, los escenarios de climas extremos, está en nuestras manos”
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