Durante los últimos años he escrito sobre el impacto ambiental desde diferentes sectores, pero realmente poco bajo la perspectiva del sector creativo y sus diferentes formas para crear mucha más conciencia y aprendizaje.
A medida que más personas en todo el mundo se unen para tomar medidas ambiciosas en torno al cambio climático, los creativos y artistas del mundo cada vez más se unen al movimiento hacia un futuro sostenible y ético a través de su arte. En la columna de esta semana daré algunos increíbles ejemplos de diferentes generaciones para comprender cómo los artistas están abriendo nuevos canales para educar y concientizar al público sobre la sostenibilidad.
La artista y ecologista Margot McMahon, egresada de Yale, ha pasado su carrera por décadas investigando y aplicando cómo el arte puede inspirar una conciencia y acción a la sostenibilidad, usa el arte como un medio para educar e ilustrar al público sobre el medio ambiente. McMahon comenzó su gran trayectoria como periodista científica en 1979, cuando la comunidad científica, comenzó a aceptar que el carbono era un gran culpable ambiental y que el mundo entero debería emprender un camino para reducir los gases de efecto invernadero. Su evolución en el arte sostenible la llevo a lograr exposiciones sobre el blanqueamiento de corales, inspirada en el esnórquel en Palau en 2017, en donde, se dio cuenta de la importancia de compartir la belleza del coral y lo fundamental que son para los océanos, explicando que solo el 1% del fondo del océano está formado por coral, pero sostiene el 25% de la vida oceánica.
Por su parte, la mexicana Camila Jaber ganó el premio #CreateCOP26 al dedicar su participación con la pieza audiovisual “Soy Cenote” (liga al final **), donde busca compartir espacios “especiales, sagrados” para mostrar que el agua es algo más que un recurso. A sus 25 años, esta joven que creció en Quintana Roo ha hecho de esta disciplina parte medular de su vida y de expresión artística para hacernos conscientes de las amenazas que enfrenta el medio acuático, gracias a su esfuerzo y dedicación la hizo merecedora del primer premio en la segunda edición del certamen durante la pasada COP26 en Glasgow.
El artista conceptual estadounidense Justin Brice Guariglia ha estado realizando trabajos que exploran nuestra relación con la naturaleza desde 2009, cuando hizo la transición del fotoperiodismo a las bellas artes. Brice con frecuencia busca alianzas con científicos, poetas y filósofos en su práctica artística basada en la investigación que aborda el cambio climático y la crisis ecológica. El artista ha estado colaborando con la NASA desde 2015, que incluye una serie de siete misiones, para documentar la rápida disminución de las capas de hielo de Groenlandia, incluso diseñando una aplicación que le dice al usuario cómo su área local se verá afectada por el aumento del nivel del mar en un futuro cercano. En 2018, Brice creó la instalación de arte público “Señales climáticas”, presentada en asociación con el Museo del clima y la oficina del alcalde de la ciudad de Nueva York. Las obras consistieron en diez señales de carretera mantenidas por energía solar en los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, con mensajes alertando a las personas que transitan en la zona, sobre la realidad del aumento del nivel del mar y cambio climático.
Otro gran ejemplo es Lorenzo Quinn, escultor italiano, hijo del actor, productor y director de cine mexicano-estadounidense Anthony Quinn, Lorenzo es un artista y ex actor, de 51 años, creador de la serie de esculturas “Forces of Nature”, aparece en diferentes lugares del mundo, incluidos Inglaterra, Estados Unidos, Singapur y Mónaco; dentro de muchas obras, ha creado dos manos gigantescas para sostener la fachada del hotel Ca S'agredo, uno de los palacios que forman parte del Gran Canal de Venecia, "Soporte" es una dura advertencia sobre el impacto del aumento del nivel del mar. Es considerado uno de los escultores más populares y vanguardistas de la contemporaneidad.
La importancia de los “puentes artísticos”, es que pueden comunicar y construir conexiones entre diferentes disciplinas, visiones del mundo, culturas y geografías; son definiciones y versiones más humanas y emocionales con las que todos enlazamos mucho más fácilmente.
El sector creativo está desempeñando un papel cada vez más importante en el aumento de la conciencia ambiental, y el fomento de la sostenibilidad en todo el mundo. Estos innovadores están rompiendo fronteras geográficas y políticas con un hilo conductor que es el planeta.
Las obras de arte son una oportunidad importante para que las personas consideren y se preocupen por la sostenibilidad y el futuro de los lugares que llamamos hogar. Las obras de arte, brindan a las personas la oportunidad de pensar de manera más crítica sobre nuestro propio rol ante el cambio climático y un futuro sostenible para todos.
** Soy Cenote:
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