Siempre disfruto mucho regresar a mi querida Ensenada y reflexionar sobre los avances en prácticas sostenibles y oportunidades para emprender más acciones a favor del medio ambiente y la comunidad.
Tan solo en el Valle de Guadalupe, ya se produce más del 90% del vino de México, con más de 65 vinícolas las cuales se destacan por producir algunos de los vinos más premiados en distintos concursos internacionales. En materia ambiental, una de las practicas nuevas que me da gusto compartir es el caso de Kompali, un proyecto relativamente nuevo, muy innovador en la manera de preparar el terreno para cultivar vid a campo abierto con alta tecnología israelí mediante un proceso automatizado y digitalizado que les permite controlar de una manera mucho más precisa la irrigación y fertirrigación, por lo tanto el uso de agua, clave en la región, trabajando las exigencias de suelo y clima como las heladas que son un reto y amenaza para generar uva de la más alta calidad.
En el sector educativo con ejemplos como la UABC y CETYS siguen avanzando con proyectos de investigación y programas diversos de tipo ambiental tales como, el manejo de residuos sólidos, emprendimiento sostenible, que he tenido el honor durante los años en acompañarlos en foros presenciales y estos últimos años de manera virtual, con la sostenibilidad en el centro de materias y programas de Maestría en negocios que me motiva mucho ver cada vez más en un lugar central.
Los amantes de la naturaleza y los grupos organizados como los Boy scouts, cuentan con más excursiones, en muchas áreas de gran riqueza de interacción con el medio ambiente en zonas como la bufadora con cientos de veredas, y aprovechando espacios como los dos parques nacionales al sureste, Sierra de Juárez y San Pedro Mártir, donde se ubica el Observatorio Astronómico Nacional, donde tengo gratos recuerdos de viajes de trabajo en el campo con mi padre y sus estudiantes.
Ensenada, es la primera ciudad mexicana en formar parte de la Red de Ciudades Creativas de UNESCO en el rubro gastronómico y en las últimas dos décadas se ha tenido un importante crecimiento de la industria de cerveza artesanal detonando muchas PYMES con producción local y por lo mismo una huella ambiental mucho más baja.
A la fecha, la ciudad es un centro turístico para millones de visitantes al año por ser conocida adicional a la Capital del Vino Mexicano y cuna del surf mexicano; además su gastronomía es tan relevante que fue la primera ciudad de México en formar parte de la Red de Ciudades Creativas de UNESCO desde 2015.
En agosto de 2015 se obtuvo la certificación del Puerto de Ensenada como el primer puerto verde de México, y segundo en Latinoamérica. En años antes de pandemia, fue el puerto más visitado del Pacífico con más de 700 mil cruceristas al año lo que lo ha posicionado como uno de los puertos más visitados de México y la región.
Ensenada es punta de lanza en investigación científica, tanto básica como aplicada, y ha sido declarada por el ayuntamiento local como Ciudad del Conocimiento, por lo mismo tiene un gran potencial de ser de las ciudades más sostenibles del planeta, Ensenada es actualmente la ciudad con más científicos por habitante de México, tiene una gran y experta comunidad científica, se cuenta con grandes instituciones como el CICESE (Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada), la escuela de ciencias marinas de la UABC que por décadas ha desarrollado profesionistas enfocados a entender, estudiar y mejorar, nuestro entorno.
Tenemos regiones ricas en factor de viento y solar, también bajo planeación a largo plazo debe convertirse en ejemplo desde zonas más verdes, donde seguramente se pueden desarrollar más ciclovías, crecimiento planeado y sostenible que deben de ir en el centro de los planes de todos los sectores, como en todas las ciudades del mundo tiene áreas de oportunidad, pero con todo lo aquí mencionando, tenemos mucho para ser ejemplo de ciudades sostenibles de las que tanto requiere nuestro planeta.
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