Hace un año se efectuó la Conferencia de las Partes (COP26) en Glasgow, Escocia. Es la máxima reunión, organización y esfuerzo que tiene como objetivo tomar acciones en respuesta contra el cambio climático. Es la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El encuentro de este año tendrá como país sede a Egipto. La ciudad de Sharm El-Sheikh será la anfitriona del 6 al 18 de noviembre. En ella se reunirán los ministros del medio ambiente de todo el mundo, además de líderes de sectores. Se revisarán los avances de los compromisos contraídos en los planes nacionales para la reducción de emisiones.
Es importante subir la barra de ambición y, al mismo tiempo, afrontar la realidad. A pesar de todos los esfuerzos globales, fue otro año en que no hemos podido revertir la tendencia del incremento de emisiones. Esto se traduce en el aumento de temperaturas promedio globales afectadas por una serie de factores climáticos, por ejemplo, en esta última temporada de huracanes los fenómenos fueron más fuertes. Seguimos rompiendo marcas de temperaturas, estos son los últimos avisos que advierten que el planeta no resiste más. El clima y sus fenómenos extremos se han convertido en los factores principales que producen sufrimiento a las comunidades humanas y pérdidas en los ecosistemas.
No hay una expectativa positiva por contar con grandes compromisos por país. El enfoque será validar si las responsabilidades del acuerdo de Paris y la COP26 están cumpliéndose. Existen planes de acción, hay algunos compromisos y nuevas alianzas que se van a lanzar o presentar con esfuerzos subnacionales. Es el caso, a nivel de estados, con la “Coalición de Gobernadores para luchar contra la crisis climática”. Fue grato conocer que un gobernador mexicano estará al frente del esfuerzo, Samuel García de Nuevo León. Esta noticia la conocimos en su primer informe de gobierno. El objetivo es iniciar con un grupo de 10 líderes estatales de América y llegar en los siguientes 3 años 50 gobernadores. La propuesta es apostar por el mercado de carbono en 2025, el aumento de las áreas protegidas en un 30% para 2030 y la presentación de una propuesta integral durante la COP.
Este año tendremos la presencia de otros sectores en México. Las nuevas generaciones empiezan a hacerse presentes en los distintos proyectos. La Secretaria de Relaciones Exteriores tiene “Operación COP, Juventudes Embajadoras por el Clima”, un proyecto donde se incluyen a personas jóvenes que acompañarán a la delegación mexicana para la COP27. Jóvenes con buen desempeño recibieron dos meses de capacitación en diplomacia y cambio climático. Cuatro personas lograron ser los finalistas, de un total de 35 seleccionados, 22 mujeres y 13 hombres. ¡Felicidades!
En el nivel de países, se tiene el compromiso de llegar a la COP27 con planes climáticos más agresivos. Sólo 24 países han actualizado sus objetivos y por eso la ONU enfatiza subir la barra de ambición en las siguientes dos semanas. Por otro lado, si hablamos del 80/20 en retos, se espera contar con planes específicos de inversión en adaptación climática, teniendo como ejemplos: sistemas de alerta de fenómenos climáticos extremos, uso de técnicas agrícolas y la utilización de semillas con mayor blindaje a las sequías. Estos planes reducirán el sufrimiento que han padecido numerosas comunidades en el planeta.
Tenemos un déficit del compromiso original, por $10 mil millones de USD para finanzas climáticas, esto es un compromiso hecho por países desarrollados y por eso es importante hablar de esta realidad. Es fundamental incrementar el nivel de compromiso del sector privado, además, contar con eventos paralelos para presentar nuevos compromisos en todos los sectores.
Durante la COP26 hubo compromisos de algunos países por dejar de usar carbón, sin embargo, se espera que las emisiones de carbón se incrementen 2% en 2022, según la Agencia Internacional de Energía. Esta es la consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. Existe una dependencia de gas natural ruso en casi todos los países de Europa. Alemania tuvo que regresar al uso de carbón como medida temporal. Hoy distintos países europeos están incrementando su capacidad instalada de energía eólica y solar para acelerar su transición energética.
La reducción de emisiones de metano, un compuesto contaminante y dañino para nuestro planeta, fue un compromiso puntal. Más de 100 países estuvieron comprometidos, desde hace un año, a reducir las emisiones. Se han sumado 12 más y se espera que, durante la COP27, China, quien es el principal emisor de metano, se comprometa y firme.
Hoy tenemos muchas cumbres, pero hay pocos avances. Es importante contar con un mecanismo de rendición de cuentas. La medición de avances es fundamental para tener evidencia del reto al que nos enfrentamos. Aún seguimos lejos del camino, sin embargo, es fundamental que los ánimos no decaigan. La COP-27 es otra oportunidad para encontrar metas más ambiciosas. México, como América Latina, presenta la vocación natural y los recursos para la generación de energía renovable. Estamos en una situación geográfica que nos permite contribuir, de manera relevante, en el marcador global de emisiones. Somos una potencia en la región y podemos alcanzar la sostenibilidad si elegimos el camino correcto.
La carrera por la reducción de emisiones se ha convertido en un ultra maratón, se requiere consistencia, dedicación, no soltar el ritmo y que realmente todo el sistema trabaje bajo un solo objetivo. Los países y diversos sectores deben trabajar juntos, no debemos claudicar ante el reto, porque hacerlo significará un daño irreversible para las futuras generaciones. La disciplina y el cumplimiento de las metas diarias serán el camino para alcanzar las metas anuales. Hoy nos quedamos con la expectativa, veamos qué viene después de la COP27, si logramos subir más la barra de ambición sostenible, el planeta nos agradecerá y sobre todo las futuras generaciones.
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