Hace unas semanas tuve la oportunidad de convivir y aprender de muchos directivos especializados en la industria digital, ahí presentaron datos muy reveladores de nuestra huella perteneciente a la tecnología, y en resumen la contabilidad de la Huella Ecológica, aquella que mide la demanda que suma todas las áreas productivas de la humanidad y la oferta o activos ecológicos que requiere una determinada población o producto para producir los recursos naturales que se consumen.
Sabemos que el impacto de la tecnología en el medio ambiente a traído consigo daños irreversibles, pero también reversibles y es ahí donde la “Tecnología Ambiental” podría salvar a nuestro planeta, pues ayuda a la lucha contra al cambio climático.
La Tecnología Ambiental, “verde” o “limpia”, se ha desarrollado por décadas, pero por la reciente preocupación y sobre todo ocupación e inversión en el mundo, empieza realmente a tomar tracción en función del reto requerido de todos los sectores, donde tiene un foco en conservar mejor la naturaleza, monitorear y medir el impacto que tiene la actividad humana, así como ayudar a reducir el impacto que tenemos, y al mismo tiempo el consumo de recursos, donde somos testigos de proyectos e ideas que van a cambiar el rumbo actual si somos consistentes en su aplicación y colaboramos en su actuar, como en…
- Casa: la tecnología de hogar inteligente, utiliza dispositivos como sensores de enlace para convertir lo más eficiente en alumbrado o termostatos en optimización de su uso, temperatura y energía consumida.
En el campo y naturaleza pueden ser con:
- Sistemas de monitoreo: controlando las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Sensores infrarrojos: para vigilar confiablemente el metano.
- Drones: al conectarlo a un sensor de gas puede medir aquellos que son nocivos.
También existen acciones y muchas veces una huella aparentemente invisible de la tecnología digital, donde, el 4 % de la electricidad mundial se consume actualmente mediante tecnologías de la información y la red mundial de datos que las une, por lo mismo quisiera resaltar algunos datos reveladores y de la mano recomendaciones:
- Dispositivo móvil y su reciclaje: la fabricación de estos es aproximadamente el 80% de la huella de carbono y solo el 5% de los celulares se reciclan, estimándose que únicamente el 16% se hace de manera correcta, he aquí una gran área oportunidad para cambiar de prácticas.
- Huella de carbono de un mail y su uso consciente: existen estudios impactantes donde se demuestra que los correos electrónicos son responsables de tanto CO2 a nivel mundial, así como el de 7 millones de automóviles, o incluso el tráfico de internet genera tantas emisiones de dióxido de carbono como el sector de la aviación.
Los e-mails son una cadena artificial en cuanto los enviamos, requieren de electricidad para poderlo visualizar y enviar, cuando viaja por el internet cada servidor también requiere de esta, y de ese modo su almacenaje temporal siga su flujo y carga requerida.
Según publicaciones de años recientes del BBC Focus magazine, nos refleja que, para un mail promedio en tamaño y extensión, requiere la electricidad equivalente a 4 gramos “g” de emisiones en promedio de CO2. Si se tiene una imagen o archivo pesado adjunto, necesita almacenamiento adicional y es más lenta la transmisión, por lo que la huella de carbono aumenta a un promedio de 50g. Enviar 65 correos electrónicos equivale aproximadamente a conducir 1km en un automóvil. En un año, una persona promedio en el mundo desarrollado agrega 136kg de CO2 a su huella de carbono de los mails que envía y recibe. Esto es igual a 320km adicionales conducidos en un automóvil.
Se calcula que lo requerido para operar la red mundial de telefonía con 7,000 millones de teléfonos móviles y red digital de todos los dispositivos, es equivalente a emitir 200 millones de toneladas de carbono al año, aproximadamente el 4% de las emisiones globales. Proyecciones recientes prevén que entre más usuarios y nuevos servicios y plataformas esa cifra aumente al 14% anual para 2040.
Veo sin duda más positivo los avances tecnológicos verdes, gracias al progreso digital, tecnología de la información y mejor comunicación tenemos una población más informada, con menos necesidad de viajar o desplazarse, pero con daños cambiantes y poco fáciles de accesar, es decir aquello que contaminaba al ocupar algún transporte para nuestro desplazamiento se transformó en estas emisiones de CO2 con algo tan cotidiano como lo es el mandar un mail. Sin embargo, si está en nuestras manos el integrar una cultura de reciclaje en este renglón, ser mucho más conscientes de la cantidad de información que compartimos, y de cuestionarnos si es necesario incluir a tantos destinatarios o preguntarnos si…¿Agrega valor el darle reenviar a este mail o mensaje?, seguiremos con los cambios, pero sobre todo comencemos a difundir más, te invito a compartir estos datos pues muchos no tenemos ni idea de la huella que tiene el darle simplemente “enviar” a un correo, algo que puede generar el equivalente de kilómetros de un auto en circulación. Seamos sostenibles en todas las áreas de nuestras vidas y actividades.
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