La simpleza de la sustentabilidad consiste, en buena medida, en poder analizarla según sus diferentes capas y niveles que -en conjunto- presentan un progreso para todos y cada uno de los actores involucrados.
Cuando la miramos en su conjunto la sustentabilidad puede parecer compleja y hasta confusa aunque siempre sea una composición de elementos simples, contundentes por lo eficaces y -en buena medida- conocidos por todos.
La pretensión de descartar a la sustentabilidad bajo la excusa de que significa modificar todo lo hecho, cambiar radicalmente lo que hacemos no es más que una defensa inválida de quienes desearían que su momento de confort perdure para siempre aunque la realidad misma lo diluya en el instante siguiente.
En esta composición de simplezas potentes que presenta la sustentabilidad la consideración de los beneficios desde una triple óptica es su pilar permanente.
Considerar a los beneficios económicos como válidos y positivos es una firme declaración de reconocimiento de la realidad tanto como pone en evidencia el concepto de sostenibilidad en un mundo donde los esfuerzos se miden en términos económicos; para lograr que los proyectos avancen y crezcan deben generar dinero.
En este punto la clave de todo se la lleva al término “generar” ya que el dinero siempre proviene de un intercambio y ese intercambio tiene que ser de valor.
El sencillo detalle de considerar al dinero como valor y comprender que no es el único nos permitirá lograr que todos los intercambios en los que estemos involucrados sean enriquecedores para todos y cada uno de los actores interviniente -incluso cuando varios de ellos no obtengan dinero-.
Debemos ganar y no hay nada de malo en ello en tanto y en cuanto lo que ganemos no lo pierdan otros, aquí es donde reside la diferencia entre considerar o no la generación de valor en todos y cada uno de los intercambios.
Niveles que suman
Ampliar la mirada para que ingresen las capas siguientes ha sido el determinante para que la sustentabilidad se pueda desarrollar como concepto y como actividad superadora para la comunidad y todos sus integrantes.
Ampliar la mirada significa permitir el ingreso de la persona como un beneficiario directo e ineludible de todo lo que hagamos, quienquiera que seamos.
El simple hecho de dejar de considerar a las empresas, organizaciones e instituciones de los tres sectores básicos de la comunidad como entes autónomos y misteriosos con los cuales no teníamos más opción que aceptar sus caprichos y recibir sus reprimendas nos resulta liberador.
No hay entidad que no sea dirigida por un hombre y esa razón es suficiente para que no se tomen decisiones que vayan en contra del hombre, sin que importen las características de ninguno de ellos [sexo, raza, edad…].
Los valores humanos esenciales no pueden ser dejados de lado por ninguna organización, todo aquello que esté conformado por personas debe tener en cuenta al otro como par porque la reciprocidad de esos valores degrada y deshumaniza a quien no los respeta.
Así como el hombre no puede ser dejado de lado en términos de respeto a sus valores en todo lo que acometa es prudente evitar la tentación por sentirse el centro del universo y actuar como tal.
Reconocer que la naturaleza no está a nuestro servicio para brindarnos con generosidad una riqueza que claramente no es inagotable nos permite pasar al siguiente nivel en donde tendremos que considerar en todo lo que hagamos a la naturaleza como un actor que debe ser respetado y cuidado para que sigamos teniendo una casa en común que nos permita vivir plenamente.
La sustentabilidad no es más que una sucesión de capas complementarias que nos reclama una mirada amplia e integradora pero nos reconoce el esfuerzo con un futuro abarcador y enriquecedor.
Fernando Solari
Esta es mi opinión, pero estamos en una comunidad que se enriquece con el diálogo, y aquí abajo tenemos un cuadro de diálogo abierto para intercambiar ideas, ¿te sumás? ¿Compartís tu opinión? ¿Tu punto de vista? ¡Gracias por adelantado! Abrazo
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