Durante el mes de agosto, se celebrará la “Semana Mundial de la Lactancia Materna” que tiene el objetivo de fomentar la lactancia y mejorar la salud de los lactantes en todo el mundo. Especialmente en el marco de la pandemia y del regreso a la “nueva normalidad” en México, es importante considerar de manera urgente el establecimiento de lugares dignos e higiénicos para que las mujeres en período de lactancia puedan tener acceso a dichos espacios y así evitar la contaminación del alimento de sus hijos además de contribuir así a un ambiente de igualdad laboral y no discriminación.
Sin duda, la lactancia materna no es solamente responsabilidad de las mujeres; se requiere del apoyo, estímulo y protección de toda la sociedad.
En este marco, vale la pena destacar que actualmente existen empresas con programas de igualdad laboral y no discriminación, que cuentan con políticas de inclusión y poco a poco han implementado acciones de Responsabilidad Social; sin embargo, pocas de estas empresas cuentan con una política de lactancia y con espacios designados para este fin.
Continuar o no con la lactancia materna al regresar al trabajo es un dilema al que se enfrentan diariamente las madres en nuestro país. La participación cada vez mayor de las mujeres en el ámbito laboral y la ausencia de políticas que apoyen la lactancia materna dentro de los lugares de trabajo son algunos de los factores que contribuyen a que sólo el 10.8% del 43% de las mujeres que trabajan en el sector formal, reportara haber amamantado a sus bebés de manera exclusiva por 6 meses.
A pesar de que las mujeres tienen cada vez más presencia en la actividad económica, existen factores biológicos, culturales y sociológicos que condicionan su ingreso y permanencia en un empleo. Uno de esos factores es la maternidad. En la práctica, la conciliación de la vida laboral y familiar representa un desafío, principalmente para las mujeres trabajadoras que son madres.
En este sentido, las empresas juegan un papel muy importante para aumentar los índices de lactancia, el soporte y promoción de la lactancia materna trae muchos beneficios para los centros de trabajo entre los que se encuentran: el aumento en la productividad de las y los trabajadores, en las ganancias, igualdad de género, crecimiento empresarial, valor de marca, reclutamiento y retención de talento.
Contrario a esta buena práctica, la ausencia de una cultura de promoción y protección de la lactancia en los centros de trabajo puede generar que las madres decidan realizar la extracción de leche en lugares poco adecuados como los baños o en espacios que no son privados e higiénicos, que no estén satisfechas con las condiciones laborales, que renuncien o que decidan abandonar la lactancia materna.
¿Qué es una sala de lactancia?
Es un espacio en donde las madres lactantes pueden amamantar o extraer su leche en el centro de trabajo, almacenarla adecuadamente y al término de su jornada laboral llevarla a su casa para alimentar a su hija o hijo.
Un lugar adecuado para amamantar debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Ser privado, limpio, tranquilo y cálido.
- Tener una silla baja y cómoda y una mesa.
- Para garantizar la privacidad, las ventanas o paredes de cristal deben estar protegidas y debe tener una puerta que se pueda cerrar con llave.
- Tener un refrigerador o nevera para almacenar la leche materna.
- Un espacio limpio para guardar el equipamiento (por ejemplo, un pequeño armario o casillero);
- Contar con electricidad (si se utiliza una bomba eléctrica para la extracción de leche).
Invitamos a todos los líderes de empresas y de responsabilidad social a compartir mensajes que apoyen, difundan y protejan la lactancia durante “La Semana Mundial de la Lactancia Materna” así como a comunicar sus políticas internas de apoyo a la lactancia materna con la finalidad de ser agentes de cambio y seguir mejorando las condiciones laborales y trabajando por la calidad de vida.
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