Antesala de la vejez

Antesala de la vejez

 

Como un complemento necesario a la temática ya antes manejada en los textos previos, es importante también considerar e incluir en esta columna a quienes en unos años más se estarán incorporando a esta: LA FRANJA GRISactual.

 

Me refiero inicialmente a quienes ya se encuentran al menos entre los 40 y 60 años, prácticamente en la antesala a la FRANJA, y que, de acuerdo con diversos estudios realizados en los pasados cinco y diez años, poca población ha pensado en que estarán ya pronto llegando a la vejez, y por lo tanto no se han preparado mentalmente para ello y mucho menos en cómo estará su situación financiera.

 

A riesgo de sonar duro, o pueda calificarse como ofensivo, gran parte de la población se encuentra en esta situación, es solamente minoría la que piensa en el retiro; ya que posiblemente se vea como la antesala de la muerte, términos que por cierto son eludidos y por consiguiente poco considerados como una parte real en la etapa final de la vida de cualquiera.

 

Según señalan diversos estudios, en México (y posiblemente en el resto de Latinoamérica), la percepción del retiro es distinta entre jóvenes y personas adultas mayores. Y si bien es cierto, al menos en México la mayoría (57%), de la población trabajadora suele ahorrar, es lamentable que muy pocos lo hacen pensando en el retiro. Y mucho de ese ahorro es inducido porque cuentan con una Afore de manera obligatoria.

 

A mayor detalle, los resultados indican que para cerca de un tercio de la población económicamente activa (PEA), el principal motivo de ahorro es para hacer frente a emergencias. Esto muestra claramente cómo es la forma de pensar promedio de la población; y si bien puede “entenderse” hasta cierto punto, que la muerte sea vista como algo ajeno, que le sucede únicamente al vecino por decirlo de alguna manera, al menos se debería considerar la vejez como una etapa ineludible ante la cual son muy pocos los que se vienen preparando como antes se mencionó.

 

Pero la problemática no termina en ello, ya que el ahorro es considerado como un agregado o un anexo que puede ser incómodo para más de una persona sin importar su género. Así ese que no utiliza todo su ingreso, lo mantiene en lo que coloquialmente se denomina como “guardaditos”, y lo deja en su casa, lo que algunos llaman “debajo del colchón”, pero no acuden al sistema financiero establecido formalmente. Estudiando este comportamiento, especialistas indican quehay una sensación de “inestabilidad económica” diseminada entre un buen segmento de la población, pues el ahorro se piensa para el corto plazo y se considera que es mejor mucho tener liquidez.

 

Por su parte, entre quienes no ahorran, piensan que la falta de dinero es la principal razón (72%); no obstante, los datos revelan correlaciones muy sugerentes con otras variables, como la escolaridad o la manera de concebir el consumo. El tener pocos años de estudio, aunada posiblemente a una cultura adquirida en la cual la propensión a gastar sea bien vista para algunos. Sea una clara evidencia de que el ahorro sea visto como algo solamente para los débiles.

 

Sin considerarme sicólogo o sociólogo, lo antes mencionado lo he podido constatar con personas que he conocido de cerca en diversos momentos de mi vida.

 

Conclusión

Cualquiera que sea el caso, es definitivo que la población en general, y principalmente la que ya se encuentra en la antesala de la vejez, piense realmente en serio en el ahorro, como posiblemente la opción adecuada para asegurar el bienestar durante el retiro.

 

Y esto lo puede hacer aportando voluntariamente una cantidad adicional a lo que se le aplica por medio de su Afore; esto que se dice fácil no se lleva a la realidad igualmente. Según estudios de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), el 49% de las personas que laboran reconocen que el ahorro de su Afore no bastará para vivir el retiro, sin embargo, no toman acciones concretas para resolverlo. Es curioso por decir lo menos; prácticamente la mayoría concuerda en la importancia del ahorro, pero poco hace para incrementarlo; y con esto regreso a lo que decía antes, sobre la posición que se tiene ante el hecho de llegar a la vejez.

 

Hace falta generar una conciencia a las generaciones adultas y ya también a las jóvenes, sobre la importancia del ahorro en el presente, tomando en cuenta como ya se dijo en alguna columna anterior, que la esperanza de vida está en aumento.

 

Asociaciones, gremios y medios de comunicación al menos, tienen que propugnar por el ahorro, crearlo o incrementarlo; no pensando en el hoy sino en el futuro.

 

Las experiencias internacionales confirman que la falta de preparación para el retiro no es inherente al ser humano, por ser visto generalmente como una etapa lejana y poco deseada. El Aegon Retirement Readiness Index (ARRI),demostró que sociedades de países comparables económica y socialmente con México se preparan mejor para cuando llega esa etapa de la vida.

 

¿En qué condiciones de vejez se está usted viendo?

 

 

 

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Por: Dr. Francisco Suárez Hernández. Director de Asuntos Públicos y Relaciones Estratégicas FEMSA y Asuntos Corporativos Negocios Estratégicos y División Salud. Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.
Correo electrónico: francisco.suarezh@gmail.com

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LA FRANJA GRIS

Por Antonio Tamayo Neyra

Periodista de investigación en Responsabilidad Social; Capacitador en Relaciones Laborales