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Macron y ¿cuántos más?

Emmanuel Macron, presidente de la República Francesa, en el cierre del verano europeo presenta como escenario para sus compatriotas un tiempo marcado por el fin de la abundancia, de las evidencias y de la despreocupación.

Seguramente el anuncio de Macron no sea exclusivo para Francia sino que abarque a toda Europa; aunque es razonable suponer que para el resto del mundo el escenario cercano no se presente muy diferente.

Como sea, lo importante es analizar las razones que nos llevan a este escenario que, si bien es desafiante, no se presente como resultado de un anuncio sino que es producto de una evolución; evolución condicionada por las decisiones tomadas por políticos como Macron -aunque el resto no lo anticipe con tanta claridad-.

Rol político

El rol de los políticos es básicamente administrativo; como no cuentan con la capacidad de crear riqueza sino que les compete administrar la riqueza común, conviene que sean estadistas en el sentido que señala el Diccionario de la Real Academia Española: “Persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado”.

Contar con saberes y experiencia en los asuntos del Estado permiten llevar adelante una gestión beneficiosa para los propietarios de la riqueza que gestiona el Estado: los ciudadanos, aunque el rol principal de los políticos no se limita a estas tareas.

Tiene además la función de determinar los límites que reducen las acciones de los ciudadanos a un terreno en común donde cada uno de ellos decidirá qué rol y función llevar adelante y, en base a su desempeño, talento, entrenamiento y experiencia lograr resultados que les permitan enriquecerse a ellos y a la comunidad de la cual forman parte, en valores.

Y tienen además la responsabilidad de fijar una visión -positiva y enriquecedora- para estimular a sus conciudadanos a poner energías, tiempo e invertir en lograrla.

¿Guía y facilitador?

En definitiva a los políticos se les cede la responsabilidad de ser guías y facilitadores para el progreso de la comunidad estimulando a los diferentes sectores a sumarse en pos de un futuro mejor y abarcador.

Si miramos en concreto qué ocurre con quienes desempeñan ese rol en los últimos años notaremos que su desempeño no está muy en línea con lo que suponemos ni con lo que les cedemos en representación.

El anuncio de Macron es una clara evidencia ya que nos muestra un escenario donde las particularidades que presenta son consecuencias de la inacción, o acción errada de los políticos [de Macron y muchos de los restantes líderes].

Frente a esta evidencia es pertinente preguntarnos, ¿Qué dirán los políticos en el año 2030 si no se cumplen las metas de Desarrollo Sustentable? Que es el inicio de un tiempo marcado por la crisis climática, por la pobreza y por la desigualdad…

Si bien las empresas son el actor más potente para impulsar el Desarrollo Sostenible si no contamos con los políticos cumpliendo con su rol [con su decisión y acción] en el futuro solo encontraremos líderes que definan el escenario que ninguno de nosotros quiso alcanzar.

Fernando Solari

Esta es mi opinión, pero estamos en una comunidad que se enriquece con el diálogo, y aquí abajo tenemos un cuadro de diálogo abierto para intercambiar ideas, ¿te sumás? ¿Compartís tu opinión? ¿Tu punto de vista? ¡Gracias por adelantado! Abrazo

 

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