El acto de guerrilla perpetrado en Londres por activistas de “Just Stop Oil” en el que arrojaron el contenido de 2 latas de sopa Campbell sobre el cuadro “Los girasoles” -uno de los cuadros más famosos de Vincent Van Gogh- ¿puede interpretarse como una pelea entre Warhol y Van Gogh?
Te dejo una línea libre para que lo pienses:
¿Listo? Te doy mi respuesta: Obviamente no es eso lo que ocurrió; sin embargo defiendo el absurdo porque este tipo de manifestaciones [acciones de guerrilla, reclamos para imponer temas en los medios de comunicación] han incrementado su sofisticación y osadía pero siguen sin plantear con claridad lo que imaginamos persiguen; y mucho menos aún, los cambios que podemos imaginar pretenden.
En el caso citado quedó en evidencia lo confuso del mensaje ya que los medios de comunicación que lo tomaron, si bien fue la gran mayoría por la importancia del cuadro y artista atacado, tuvieron que indagar para conocer el mensaje de las activistas.
Si sumamos las opiniones de testigos -quienes fueron parte, sin invitación, del hecho- están marcadamente divididas sin encontrar vínculo alguno sobre la supuesta demanda/denuncia.
Si notamos el efecto directo sobre las activistas involucradas encontraremos que son dos jóvenes que pasarán su juventud en prisión por lo hecho.
En cuanto al trabajo que le dejaron a la prensa; indagar implica interpretar, lo que asegura que los mensajes transmitidos sean confusos. Y si son confusos los mensajes el impacto de la acción se limita a un espectáculo de osadía.
Cuando ocurra la próxima “acción de alto impacto” no es una alocado imaginar que el foco estará centrado en el nivel de riesgo y osadía en vez de en la demanda/denuncia, y eso parece desvirtuar a las intenciones detrás de estas acciones.
¿Se puede cambiar?
Todo se puede cambiar; en especial cuando el cambio implica mejoras vale el esfuerzo de intentarlo.
Analicemos el escenario actual y el escenario aspirable para este tipo de acciones que buscan promover denuncias/demandas que son valiosas para la comunidad.
En este caso en particular estamos hablando de un país [Inglaterra, que no está solo en el escenario que decribiremos] acostumbrado a recibir gas económico desde el este, encuentra que su proveedor de gas comienza a invadir a un país vecino y, al no estar de acuerdo con la invasión [tan en desacuerdo como para facilitar la defensa y contraataque del país invadido] sufre una reducción en el insumo energético del que se había hecho en buena forma dependiente por su bajo costo y su baja demanda de compromiso.
Frente a la crisis resultante, y a la necesidad imperiosa de energía, Inglaterra entrega nuevas licencias para la búsqueda y explotación de petróleo en el lecho marino y levanta la prohibición del fracking para la obtención de petróleo.
Estas decisiones de la nueva administración inglesa representan un claro retroceso en términos ambientales y una marcada condena hacia la sustentabilidad futura involucrando a la generación actual tanto como a las futuras con incidencia global.
¿Es este un hecho para poner en evidencia y denunciar? Sin dudas lo es ¿Es útil el ataque a la obra de Van Gogh para este propósito? Si consideramos que deja a dos jóvenes en prisión y se transforma en un episodio osado que solo resultará desafiante para otros activistas se podría decir que no.
¿Cómo se resuelve?
Cuando enfrentamos un problema que abarca a la comunidad, cuando ese problema es generado por las personas más poderosas y potentes de un país [como resulta ser el gobierno], ¿cómo conviene actuar?
En primer lugar es oportuno recordar que la queja, por más creativa e impactante que sea, no suele ser efectiva; quienes toman decisiones suponen que tomaron la mejor frente a las alternativas disponibles, y es aquí donde tenemos un primer punto de apoyo.
Si hay otra solución frente a lo que ocurre, en vez de quejarnos debemos impulsar la alternativa; en especial mostrando no solo sus beneficios sino también un plan de implementación.
Ahora sí cambiamos el escenario ya que una alternativa válida, y posible, bien planteada solo sería rechazada por capricho [lo que hablaría muy mal de quien toma este camino].
En segundo lugar -sin que sea menos importante- si queremos transmitir un mensaje potente no podemos dejarlo librado a la libre interpretación [y mucho menos con una acción que lo eclipsa -sin vínculo alguno con el mensaje-].
Para la comunicación efectiva no hay nada como la claridad y franqueza; si tenemos algo que decir digámoslo sin vueltas.
Es simple recurrir a los recursos habituales cuando surge una crisis pero también es cierto que hay alternativas suficientemente desarrolladas y probadas que solo deben ser impulsadas.
El futuro no será mejor si las nuevas generaciones se condenan a prisión detrás de un golpe de efecto sin mensaje claro ni chance de cambio; en especial cuando sigue estando disponible la herramienta comunicación que solo reclama ser con profesionalismo.
Fernando Solari
Esta es mi opinión, pero estamos en una comunidad que se enriquece con el diálogo, y aquí abajo tenemos un cuadro de diálogo abierto para intercambiar ideas, ¿te sumás? ¿Compartís tu opinión? ¿Tu punto de vista? ¡Gracias por adelantado! Abrazo