La sustentabilidad se está poniendo intensa y esta es una muy buena noticia para la comunidad y todos los que la componemos; este ritmo adquirido hace que sea oportuno analizar los diferentes tipos de intensidad vinculados con ella.
Si lo que se intensifica es el interés estamos frente a una muy buena señal, en tanto y en cuanto ese interés se vincule con hacer que lo que hacemos sea más sustentable de lo que pueda estar siéndolo hoy.
Pero hay intereses e intereses y, vinculado con la sustentabilidad, todavía suele primar aquel que la toma como una herramienta de compensación para tener algo que exhibir que eclipse aquello que hacemos de manera indebida, o al menos poco sustentable.
La compensación es producto de una forma de entender al mundo de los negocios que no es más que una extensión de cómo entendemos las relaciones; priorizamos nuestro interés y avanzamos sin mirar ni atrás ni al costado.
Cuando alguien pone en evidencia estar afectado por nuestro comportamiento como parte de las consecuencias de haber actuado con tan marcado individualismo, le proponemos compensaciones.
Extraigo con avidez recursos naturales que no se renuevan; pero no solo pago los impuestos sin demoras, además contribuyo con un cheque anual para el hospital local.
Produzco bienes sin considerar, y mucho menos cuidar, el medioambiente; pero todos los años pinto una escuelita de la zona.
Tengo una cadena de retail donde las condiciones laborales no son aquellas que pueden ser consideradas como dignas; pero tengo una fundación con una misión conmovedora.
La forma de extraer recursos, la manera de producir y las condiciones laborales no son inevitables, de ninguna forma lo son; si tenemos que mejorar los procesos -y hay forma de hacerlo- no podemos dilatar la solución, mucho menos podemos destinar energías para lograr que la comunidad mire hacia otro lado.
En todo lo relacionado con decisiones que requieran algún tipo de compensación por daños generados la intensidad se debe colocar en rectificar lo hecho y afrontar los daños, que es muy distinto a la pretendida compensación que suele disfrazarse de sustentabilidad.
Intensa mente conceptual
La pasión que despierta la sustentabilidad entró en tendencia de aceleración con intensidad creciente la cual no solo se incrementará, también reajustará su dirección en forma correcta, en tanto y en cuanto la sustentabilidad se apoye en el concepto apropiado.
La sugerencia más efectiva para lograrlo es la de volver a las fuente dejando de lado las versiones que se presentan con frecuencia casi cotidiana con el único efecto de sembrar maleza que impide ver con claridad el campo donde conviene hacer pié para que todo lo que construyamos tenga chances de crecer y mantenerse.
Sustentabilidad no es más -ni menos- que actuar y utilizar recursos de manera tal que las generaciones por venir cuenten con la misma disponibilidad que nosotros.
Si en todo lo que hacemos tenemos en cuenta a la comunidad de la que formamos parte, al medioambiente en el que todos y cada uno vivimos y nos desarrollamos y a la rentabilidad necesaria para obtener una ganancia acorde con nuestro aporte de valor podremos lograr que la sustentabilidad evolucione en intensidad máxima.
Si el concepto de la sustentabilidad está incorporado en forma clara los resultados -positivos y de valor- podrán ser intensos para todos y cada uno de quienes formamos parte de la comunidad.
Fernando Solari
Esta es mi opinión, pero estamos en una comunidad que se enriquece con el diálogo, y aquí abajo tenemos un cuadro de diálogo abierto para intercambiar ideas, ¿te sumás? ¿Compartís tu opinión? ¿Tu punto de vista? ¡Gracias por adelantado! Abrazo