COLUMNA

stakeholders (2)

Sustentabilidad en grupos

La sustentabilidad resulta, en buena medida, del vínculo que seamos capaces de construir con la comunidad presentando esta gestión algunos desafíos sobre los que vale la pena detenerse para poder resolverlos de la mejor forma posible.

La comunidad es una abstracción inasible con la que tenemos sensaciones encontradas ya que formar parte de ella nos genera sentido de pertenencia familiar mientras hay sectores que nos resultan completamente extraños e incomprensibles.

La comunidad finalmente es una sola y llega al extremo en que es claro notar que somos parte de la humanidad sin que importe el color, la nacionalidad, el sitio de origen como tampoco el de residencia ni sus orientaciones, ideas o creencias.

Hay verdades universales y modelos de gestión; la sustentabilidad forma parte de la posibilidad de que cada uno de nosotros -integrantes sin dudas de la humanidad global- podamos gestionar un vínculo de valor con la comunidad.

Todo tipo de organización -las empresas no quedan fuera- son grupos de personas que comparten razones y emociones para mantenerse unidas; en las empresas esto se sintetiza a través de una misión [lo que la empresa hace], visión [la aspiración que pretende alcanzar la empresa] y los valores [la forma en que quiere funcionar] que, en tanto y en cuanto sean compartidos, mantendrá al grupo unido.

Esa empresa, como todas las demás, forma parte de la comunidad por dos razones; porque su actuación ocurre en la comunidad y porque las personas que la conforman lo hacen llevando a cabo uno de sus tantos roles mientras los restantes los siguen desarrollando en la comunidad [gerente en la empresa; transeúnte, padre, hijo, hermano, socio de un club… en la comunidad. Todos roles que corresponden a una sola persona como ocurre con las restantes].

Para la empresa formar parte de la comunidad es una condición ineludible que tiene que sostener por lo que requiere que la comunidad la acepte como integrante y que la relación sea enriquecedora para ambas partes.

El vínculo con la comunidad suele ser puesto en evidencia a través de una acción impactante que la empresa lleva a cabo con un emergente de la comunidad y es así como hay empresas que hacen grandes donaciones a un hospital sensible [generalmente dedicado a la atención de niños, por tomar solo un ejemplo entre tantos] para demostrar su compromiso comunitario, logrando que la intensidad del episodio evite que se preste atención al resto de las acciones que lleva a cabo la empresa.

Partes de un todo

Esto funcionó mientras la comunidad estuvo en buena parte concentrada detrás de los medios masivos que la tenían como público pasivo pero parte de los cambios del nuevo milenio hacen que cada grupo de los que conforman la comunidad tenga voz propia y requiera ser tenido en cuenta por lo que la relación con la comunidad deja de estar concentrada y pasa a atomizarse por grupos.

Los llamados “grupos de interés”, aquellos cuyo comportamiento afecta a la empresa tanto como el desempeño de la empresa los afecta a ellos son los grupos que -sin importar su magnitud- deben tener un vínculo de valor con la empresa para que ésta opere sin crisis a través de una relación donde la empresa sea proactiva y sea capaz de poner en evidencia el valor que genera para cada grupo considerando como valor lo que para cada grupo sea tal.

La diversidad de casos en los que los grupos de interés modifican las actuaciones de las empresas tiene una evidencia representativa en los casos en los que vecinos de plantas industriales con inversiones multimillonarias han obligado a cambiar los planes de la empresa.

Tener la oposición de los vecinos por considerar inconveniente la presencia de la empresa es razón suficiente para obligar a un cambio de planes radicales en oposición a lo que podrían considerar grupos en apariencia más poderosos.

La conocida “licencia para operar” que brinda la comunidad está teniendo cada día más exigencias por parte de los grupos de interés y requiere mayor atención por parte de las empresas en su búsqueda por llevar a cabo una gestión sustentable concreta.

Fernando Solari

Esta es mi opinión, pero estamos en una comunidad que se enriquece con el diálogo, y aquí abajo tenemos un cuadro de diálogo abierto para intercambiar ideas, ¿te sumás? ¿Compartís tu opinión? ¿Tu punto de vista? ¡Gracias por adelantado! Abrazo

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Sustentabilidad dialogada

La sustentabilidad no ocurre sola sino que es una construcción que reclama se tengan en cuenta las condiciones necesarias para su desarrollo tanto como las condiciones que deben darse para que evolucione de la mejor forma posible.

En término de actores es conveniente tener en cuenta la relación con los grupos que conforman a la comunidad con la que tenemos vínculo directo.

Dado que la comunidad como tal es una abstracción, el primer paso que deberemos dar para vincularnos con ella es saber cuáles son los grupos con los que podremos tener un vínculo de valor que los incluya en la categoría “grupos de interés”.

“Grupos de interés” es la forma de denominar a los técnicamente llamados “stakeholders”, como se identifica a todos los grupos que tienen influencia sobre nosotros tanto como nosotros la tenemos sobre ellos.

Solo si un grupo es afectado por nosotros y a su vez nos afecta cumplirá con el requisito para transformarse en grupo de interés, característica que pone a las claras una relatividad que se modifica según cambie uno de los actores.

Aquellos grupos que influyen sobre una empresa no necesariamente son los mismos que influyen sobre otra por lo tanto el primer desafío consiste en identificarlos de manera correcta.

Estos grupos se sitúan en los ambientes más diversos incluyendo el interior de nuestras organizaciones en donde claramente encontraremos grupos de interés cuya influencia será directa e instantánea en relación con el efecto que genere en nuestro comportamiento y resultados.

No más públicos

Tanto para identificarlos como para vincularnos con los diferentes grupos de interés se hace necesario dejar de lado un concepto tan arraigado como inválido para el uso de herramientas de comunicación como es el de público.

La equivalencia entre grupos de interés y públicos no resulta tal por la incapacidad de estos últimos para poner en evidencia sus intereses, respuestas y cambios de conducta; el concepto de público es pasivo y los grupos de interés pueden tener todo menos pasividad.

Los públicos son aquellos grupos que se exponen frente a un discurso único que proviene de un medio unidireccional que solo les permite generar una respuesta indirecta con señales que nos permitirán presumir que el resultado es el que generamos a través de nuestros estímulos.

La publicidad convencional, tanto como la propaganda, se dirigían a un público como lo hacía una directora de escuela frente a sus alumnos formados en el patio -entre otros tantos ejemplos- para que luego se identificaran los efectos y resultados de los estímulos transmitidos.

Poderosos y activos de un lado, débiles y reactivos del otro, encadenando una secuencia donde la guía era potente y pocas veces ofrecía alternativas para ser evitada.

Hoy todos somos actores que emitimos con capacidad de influencia y con la necesidad de intervenir en diálogos donde ambas partes requieren atención.

Considerar a un grupo de interés como un público al que puedo presentarle mis intenciones de manera seductora y persuasiva me llevará a un fracaso que me imposibilite conseguir el valor que pretendo.

Los vínculos se construyen a través del diálogo y es este diálogo el que permite que el resultado sea de valor para las partes que intervienen, como ocurre cuando la sustentabilidad se desarrolla.

Fernando Solari

Esta es mi opinión, pero estamos en una comunidad que se enriquece con el diálogo, y aquí abajo tenemos un cuadro de diálogo abierto para intercambiar ideas, ¿te sumás? ¿Compartís tu opinión? ¿Tu punto de vista? ¡Gracias por adelantado! Abrazo

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