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¡Todo sigue igual…es momento de cambiar!
Si escuchamos los pronósticos de los expertos para este nuevo año que acaba de empezar, el
denominador común es que los problemas del 2022 no se van a resolver en el 2023.
La guerra en Ucrania tiene la mayor variedad de posibles opciones, pero los países europeos
aparentemente han resuelto su problema energético. ¿La inflación? Se va a mantener alta, igual
que las tasas de interés. La pandemia, aparentemente superada en la mayoría de los países,
resurge en China en medio de un caos de política pública. O sea, se fue, pero sigue ahí. En el
tema de los famosos chips para los autos, algunas armadoras ya tienen suministro y otras no,
¿o sí? En todo caso, ya no hay escasez y los fabricantes de chips empiezan a cancelar sus planes
de expansión. Ah, y viene la recesión, o quizás no, quien sabe.
Los aranceles especiales que Estados Unidos impuso a China siguen vigentes, pero sus
exportaciones totales siguen igual. En el T-MEC, la buena noticia que la controversia sobre las
reglas de origen podría resolverse a favor de México, contrasta con la amenaza del pleito
energético. Llegan nuevas inversiones, pero no tantas como quisiéramos. Y de política, ni hablar
(y no solo en México).
Es el momento para las empresas de fortalecer sus sistemas de gestión para poder navegar con
mayor certeza en este entorno. Los sistemas de Gobernanza empresarial a los que me refiero
son cinco, y todos los tenemos en nuestras empresas, en mayor o menor grado: la Gestión de
Objetivos, la Gestión de Procesos, la Gestión de Cumplimiento, la Gestión de Riesgos, y la
Política de Integridad. Implementarlos en una forma consistente, integral, coordinada, con el
apoyo de la alta dirección y del consejo, es el requisito para enfrentar los retos de la empresa
en el mundo actual.
En primer lugar, le vamos a dar mayor certeza al logro de nuestros objetivos, y mejorar nuestra
capacidad de adaptarnos a demandas cambiantes del entorno. Desplegar objetivos,
estandarizar los procesos, asegurar cumplimiento regulatorio, y prevenir los riesgos evita
desviaciones e incertidumbre. Lo más importante: un equipo de colaboradores que entienden
las reglas de la empresa y están dispuestos a tomar decisiones oportunas.
Un sistema de Gobernanza con Integridad es lo que nos permite actual en forma ágil, y
fortalece la resiliencia ante los eventos inesperados. Las decisiones se toman en el nivel
correcto por personas que se hacen responsables de sus acciones. La prevención de riesgos
operativos libera capacidad para enfrentar situaciones imprevistas.
A raíz de la fragilidad de las cadenas de suministro ha surgido una nueva disciplina: la gestión de
riesgos de terceros. Cuando trabajas con proveedores, ¡sus riesgos se convierten en tuyos! Pero
los tienes que conocer y detectar a tiempo. Hacer esto en forma sistemática, forma parte de los
sistemas de Gobernanza y requiere, además, de sistemas de información integrados a través de
toda la cadena y blindados contra las amenazas cibernéticas.
Y finalmente, la mayoría de las empresas están empeñadas en consolidar sus actividades de
responsabilidad ambiental, social y sostenibilidad bajo el nuevo esquema de ESG. Y resulta que
la G significa precisamente lo que arriba describimos: Gobernanza con Integridad. Todos
nuestros grupos de interés nos van a evaluar bajo estos criterios. No solamente los
inversionistas y nuestros clientes, también nuestros colaboradores y la sociedad en general.
Nuestros proveedores se van a tener que alinear a este esquema, así como nosotros nos
debemos alinear como proveedores de nuestros clientes.
El mundo que nos rodea no va a generar soluciones mágicas, pero si nuevas sorpresas. Lo que
nosotros si podemos hacer es prepararnos mejor para que nuestro emprendimiento prospere y
perdure.
Si quieres saber más sobre este tema, consulta mi página
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